Xbox 360 ha sido (y es, que todavía le quedan algunos títulos interesantes por recibir) una consola con unas fases muy definidas que han reflejado sobre todo en el género RPG.
En un principio, al ser el único sistema de nueva generación en el mercado, era la única opción para las compañías que querían entrar en la nueva generación y, además, Microsoft se tomó muy en serio el esfuerzo por recuperar el público japonés (ninguneado en los tiempos de la primera Xbox, con algunas de las frases más desafortunadas de las que se recuerdan en la industria) añadiendo a su plantel a la recién formada Mistwalker, de Hironobu Sakaguchi, y logrando que compañías como Square Enix, tri-Ace, tri-Crescendo o Namco Bandai llegaran a lanzar exclusividades en su sistema.
Esta idea, curiosamente, funcionó mejor con el público occidental, que vio en Xbox 360 un gran sistema para el fan del género RPG, mientras que en Japón la mayoría de compradores recelaban de un sistema no-japonés y acabó por pasar completamente de la máquina de Microsoft, obligando a esas compañías a dar "marcha atrás" y lanzar sus títulos en PlayStation 3 si querían obtener unas ventas respetables en el territorio nipón.
Así llegamos a la segunda etapa de la consola. Con el mercado japonés dado por imposible y PlayStation 3 recuperando exclusividades (Como Star Ocean The Last Hope, Eternal Sonata o Tales of Vesperia, aunque éste solo en Japón), Microsoft encontró en el mercado indie un importante granero para surtir de interesantes títulos a sus jugadores. Juegos como Bastion, Cthulhu Saves the World, Breath of Dead VII o Dust: An Elysian Tail hicieron su debut en Xbox 360.
También en esa segunda fase de la consola se "salvó" la exclusividad de Final Fantasy XIII y el "buen rollo" con las compañías que trabajaban para PC le permitió recibir exclusividades como The Witcher 2: Assassins of Kings. Eso sí, tuvo que ver como la serie Mass Effect acababa entrando también en la multiplataforma.
Pero ya entramos en la última fase, en la que todavía estamos: El mercado indie "pasa" de Microsoft tras perder ésta el interés de seguir mejorando su servicio Xbox Live Arcade y la compañía en sí a penas le presta interés a su propio sistema, lanzándose en plancha a por Xbox One y su apuesta que no funcionó en un primer momento. En esta etapa, las exclusividades de RPGs en la consola han sido ínfimas y, como mucho, Microsoft ha logrado evitar que ciertos títulos acabaran siendo un "Solo en PS3", como pasó con Diablo III, Dark Souls o el resto de Final Fantasy XIII. Es decir, un "dejarse llevar" que contrasta con la gran cantidad de RPGs interesantes y exclusivos que ha recibido PS3 estos últimos años y que todavía tiene que recibir, como Persona 5, Tales of Xillia 2, Tales of Symphonia Chronicles...
Comenzamos la lista con una de esas exclusividades de la primera época de la consola: Lost Odyssey (Mistwalker, 2008), el único juego desarrollado por la compañía de Hironobu Sakaguchi tras su marcha de Square Enix que DE VERDAD parecía un Final Fantasy.
Y es que si hay algo que no se le puede decir al creador de la serie Final Fantasy es que no haya sido fiel y respetuoso con su obra original incluso tras su marcha. En Mistwalker ha desarrollado 9 títulos distintos y solo uno (éste) podría competir directamente con la serie de Square Enix. Ojo, no hablamos de calidad (que en el caso de Lost Odyssey, también), sino de sistema de juego. Mientras que otras obras como Blue Dragon (Xbox 360, 2006) o The Last Story (Wii, 2011) son comparables a títulos como Dragon Quest o se iban por estilos completamente originales, con este Lost Odyssey podríamos pensar que estábamos jugando a un Final Fantasy.
Desarrollo en 4 DVDs, personajes carismáticos, referencias a títulos anteriores de la serie (Cooke y Mack parecen Parom y Porom de Final Fantasy IV), combates aleatorios, posiciones en combate (Atrás recibes menos daño que estando delante), sistema de turnos en tiempo activo, música de Nobuo Uematsu, historia épica, muchos secretos... Ojo, que el juego tiene también sus cosas originales, como el sistema de anillos, que hace que tengamos que pulsar en el momento exacto el botón de ataque para causar más daño (Algo así como el sable-pistola de Squall en FFVIII, pero más desarrollado e implementado a todos los personajes) o, sobre todo, el sistema de mortales e inmortales, que nos muestra a dos tipos muy diferentes de aliados.
Porque en Lost Odyssey nos cuentan una historia de seres inmortales que llevan toda su vida combatiendo y sobreviviendo a miles de calamidades durante cientos de años. Su vida está "vacía" de sentimientos tras todas las pérdidas que han sufrido en ese tiempo y, de hecho, cuando nos las cuentan, nos costará no emocionarnos con ciertas historias. A la vez, esos personajes que no pueden morir (En combate revivirán solos tras un par de turnos) tienen que convivir con humanos normales, que también llevaremos en nuestro grupo y que, por tanto, sí que podrán evolucionar y aprender nuevas cosas subiendo de nivel o con el equipo que lleven. Así, los inmortales deberán "enlazarse" a los mortales para "copiar" sus técnicas aprendidas y, así, mejorar también en combate. Muy curioso.
Por supuesto, el juego está en un perfecto español (Salvo por el doblaje, claro está) y, desde luego, es de esos títulos que cualquier fan del género debería probar. Así que si tienes la consola y todavía no lo has hecho, ya estás tardando, que de segunda mano o en algunos centros comerciales todavía se ve alguna copia rondando.
Por supuesto, el juego está en un perfecto español (Salvo por el doblaje, claro está) y, desde luego, es de esos títulos que cualquier fan del género debería probar. Así que si tienes la consola y todavía no lo has hecho, ya estás tardando, que de segunda mano o en algunos centros comerciales todavía se ve alguna copia rondando.
Saltamos a otro JRPG exclusivo (En occidente) de esa primera etapa de Xbox 360: Tales of Vesperia, el último que mantuvo un estilo similar a los míticos Tales of Symphonia (Game Cube, 2003) y Tales of the Abyss (PS2, 2005) tras el cambio que se produjo en Tales of Graces (Wii/PS3, 2009/2012) que evolucionó en el estilo que vemos ahora en la serie con Tales of Xillia (PS3, 2013).
Para el que no conozca la serie (¿En serio?), estamos hablando de un Action-RPG de marcado estilo anime cuyo protagonista es Yuri Lowell, un ex-soldado que vive en la parte baja de la ciudad de Zaphias y que acaba siendo detenido por robar a una persona importante un núcleo de blastia (Una especie de dispositivos de una civilización antigua que se usan para cocinar, dar luz, luchar...). En su huida de la cárcel acaba encontrándose con una chica llamada Estelle, que busca a Flynn, ex-compañero y rival de Yuri, uno de los soldados más prominentes del imperio. Así da comienzo una laaaaaarga aventura en la que se nos irán uniendo compañeros como Karol, miembro de un gremio cazador de monstruos, Rita, una de las hechiceras más importantes del mundo, el misterioso Raven o Judith, una Kritya que parece entender qué son los blastia y su relación con los grandes monstruos del mundo.
El desarrollo del juego es el clásico de la serie: Un gran mapa-mundi por explorar, skits con conversaciones entre los protagonistas (Muchas de ellas cómicas), muchos secretos, sistema de combate en tiempo real donde nos podemos mover libremente por el escenario (Y jugar con algún amigo en multijugador local), una dificultad muy ajustada, jefes geniales... Estamos hablando del que, probablemente, sea el mejor JRPG exclusivo de la consola, así que creo que con eso lo digo todo.
Eso sí, el juego está en un perfecto inglés.
Hablar de la serie Mass Effect es hacerlo de una de la mejores (Por no decir la mejor) series de RPGs que han nacido en esta generación de consolas. La historia perfectamente elaborada, el gran carisma de sus personajes, el libre desarrollo de la aventura, con gran importancia de nuestras decisiones sobre el desarrollo de cada título (Menos en el final de Mass Effect 3, donde no habrá tantas posibilidades) y, sobre todo, el gran alarde técnico del que hacen gala estos títulos, con un desarrollo muy similar al de los mejores shooters (Con gran importancia de la cobertura) pero aderezado con elementos propios del género como subidas de nivel, configuración de estadísticas a nuestro gusto, clases, tipos de armas e incluso "conjuros", aunque aquí son más técnicas tipo psíquicas ejecutadas por los llamados bióticos.
La historia de estos juegos se centra en el comandante Shepard, un humano (o humana) al que personalizaremos libremente (Pasado incluido) que se ve envuelto en las guerras diplomáticas del consejo espacial, muy receloso por el ascenso en el poder de los humanos, tras ver como un planeta poblado por humanos es atacado por una raza desconocida, liderados por uno de los miembros más influyentes de una de las razas más importantes del consejo. Desde ahí, todo se complica en el juego y en sucesivas entregas hasta llegar a afrontar una guerra a gran escala en el que todo el universo se verá involucrado.
Mass Effect es de esas series que el "jugador lector", fan de las historias de ciencia ficción, puede disfrutar como ninguna otra: Mucha historia e "historia que rodea a la historia", creando un universo muy vivo y dado a miles de interpretaciones, desarrollo extenso, muchos logros y mil formas de afrontar la aventura, pudiendo vivir una historia bastante diferente según las decisiones que vayamos tomando... Estamos ante un juego que solo los que no son muy amigos de los tiros o de la ciencia ficción no verán con buenos ojos, pero todos los demás tendrán una gran historia por disfrutar en estas tres entregas que recibió la consola y que, además, hoy en día se puede adquirir a la vez en el pack Mass Effect Trilogy.
The Elder Scrolls V: Skyrim es el RPG más vendido en los últimos 20 años, así que creo que no necesita mucha presentación.
El título de Bethesda puede que no tenga una historia tan elaborada o personajes tan carismáticos como los juegos anteriores, pero sustituye todo eso por una libertad abrumadora: 10 km cuadrados de mapeados con sus bosques, colinas, ciudades, pueblos, grutas, lagos, ríos... Que podremos recorrer libremente mientras desarrollamos a nuestro Dragonborn, un personaje que creamos nosotros mismos y que puede aprender el lenguaje de los dragones para combatir contra ellos y, así, salvar a la humanidad de la extinción que supondría el renacer de otra era de dragones.
Fuera parte, Skyrim no es una región tranquila, precisamente. Guerras entre sus ciudades, gremios en conflicto, corrupción, dioses daedra en las sombras... Y en todos los asuntos podremos tomar partido, revitalizando gremios, solventando crisis en cada ciudad o poblado, podemos acabar con la gran guerra tomando partido por uno de los bandos... O también podemos buscar el gato de una niña, meternos en cuevas "porque sí" para descubrir tesoros y múltiples enemigos, podemos hacer "el cabra" buscando secretos o creando el caos en las ciudades.. Cualquier opción será posible en este título de que, si jugamos en PC, también habría que comentar la gran comunidad de modders que existe, pudiendo cambiar casi todos sus aspectos, desde el apartado visual hasta la inclusión de nuevo equipo o misiones.
También hay que decir que, al menos para mi gusto, The Elder Scrolls IV: Oblivion (PC/PS3/360, 2006) ofrece una historia bastante superior, sobre todo en la que afecta a los gremios del juego y, vale, gráficamente no estará al nivel de Skyrim, pero también puede ser una muy buena opción si te gusta el juego de Bethesda.
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Prueba
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